Transcurría fin del 2020 y Yanina Boschmann atravesaba por una etapa de más sombras que luces. Se había quedado sin trabajo en Puerto Rico y ese período en el cual comenzaba a hacer el balance del año arrojaba pocas buenas. Es más, invadida por la tristeza, carecía del envión necesario para barajar y dar de nuevo. Hasta que volvió a encenderse la chispa: reflotó un proyecto (que fue inestable en 2018) y el primer día del 2021 se produjo un boom que la sorprendió.
“Pasé un año nuevo triste, apagué el teléfono y al otro día explotaba”, recordó Yaxi -como la conocen- en diálogo con gentecononda.com Pero, ¿qué pasó entre la extinción del 2020 y el inicio del 2021? Volvió a activar su emprendimiento Mujer al Volante Puerto Rico (en Facebook con esa denominación), cuyo fin es dar clases de manejo principalmente a damas que nunca tuvieron esa posibilidad, y la respuesta fue altamente satisfactoria. Así encaró con toda la energía el proyecto que cumplió tres años y tiene demanda en varios puntos de la provincia.
Licenciada en Trabajo Social, Yanina contó que da talleres a mujeres y que con Mujer al Volante “encontré herramientas para empoderarse. En los talleres decimos que la mujer debe ser independiente” y con esta oportunidad que ofrece, resaltó que “el manejo empodera a la mujer: en los tiempos, en la familia, para el trabajo”. Claro que como trabajadora social halló argumentos: “Encontraba una desigualdad en el sistema” y ejemplificó: “Hoy de cada diez licencias, siete son de varones”.
En este período ya enseñó a manejar a más de 100 mujeres, algo que “fue sin querer queriendo. Le enseñé a una amiga, luego a otra y así comenzó”. Confió que “las primeras que me contactaron fueron mujeres adultas mayores” cuya situación era que “todos manejaban, menos ellas”.
Así, se gestaron historias que la emocionaron y le dejaron enseñanzas. Como la de Ana, quien vive en Garuhapé Mí y a los 70 se lanzó de lleno porque su marido, por una enfermedad, ya no puede manejar más; o la de Gabriela, a quien le urgía conducir ya que debía llevarle a su hija a la guardería. Hubo otra singular y que tiene a Mabel de Puerto Rico, quien pagó años un plan para tener su auto propio y llevar a pasear a su madre, pero un mes antes de que le entreguen el auto, ésta falleció. Se desganó hasta que con la ayuda de Yaxi salió al frente.
“Yo contextualizo, estudio y en base a eso ayudo a la mujer”, resumió Yaxi, quien no deja que se vuelvan dependientes de ella. “Quiero que salgan y se animen”, enfatizó la “maestra del volante”, quien no sólo es requerida en Posadas y alrededores, sino también en Posadas, Aristóbulo del Valle, Puerto Iguazú y Oberá, entre otros puntos.
De inmediato surgió el interrogante: ¿cuál es la fórmula para que las clases sean eficaces? Quizás la química, aunque fue Yaxi quien aclaró: “Hoy las mujeres que van a aprender a manejar me dicen que conmigo hacen terapia”.
En la chacra. Hace poco a Yanina la contactaron de una chacra entre Puerto Rico y Capioví pero le pasó algo peculiar: no encontraba el lugar y se quedó sin señal. Se preocupó, por supuesto, hasta que llegó al punto indicado y se encontró con Maura, quien vive con su madre e hijos y no manejaba, debido a que su papá –quien siempre era el chofer- falleció. “Practicamos un montón y aprendió a salir de la chacra hasta el pueblo”, resaltó.