Rusia derribó este domingo drones ucranianos dirigidos contra Moscú y sus alrededores que dañaron dos torres de oficinas y obligaron a cerrar un aeropuerto internacional, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que la guerra estaba llegando a Rusia y que esto era algo “inevitable y justo”.
El Ministerio de Defensa ruso dijo en un comunicado que un dron que se dirigía a Moscú fue derribado en las afueras de la ciudad y que otros dos fueron “suprimidos por guerra electrónica” y se estrellaron en un complejo de oficinas, y añadió que los ataques no dejaron víctimas.
Moscú y sus alrededores, a unos 500 kilómetros de la frontera ucraniana, rara vez habían sido blanco de ataques en 2022, pero este año han sufrido varios cometidos con drones -incluyendo uno contra el edificio del Kremlin en mayo pasado- similares a varios otros contra la península de Crimea, que Rusia se anexó en 2014.
Rusia afirmó que también repelió un ataque a Crimea, sobre el mar Negro, con 25 drones.
El presidente Zelenski dijo que la guerra estaba llegando a Rusia y que esto era una reacción justa a la invasión de Ucrania de febrero de 2022, que desencadenó el conflicto.
Diálogo de paz. Ucrania confirmó este lunes el inicio de conversaciones en Arabia Saudí en agosto, con intervención de representantes internacionales, que según Kiev están destinadas a restablecer una “paz justa” de acuerdo a la fórmula ucraniana. El diario The Wall Street Journal (WSJ) avanzó el sábado que Arabia Saudí tenía previsto acoger a comienzos de agosto conversaciones de paz sobre Ucrania entre Kiev, países occidentales y potencias del mundo en desarrollo como Brasil y la India, pero sin Rusia.