El histórico funeral de la reina Isabel II del Reino Unido, fallecida el 8 de este mes a los 96 años, finalizó al mediodía en la Abadía de Westminster ante la presencia de decenas de dignatarios mundiales y miembros de familias reales de todo el planeta.
El ataúd de la monarca salió de la Abadía de Westminster al finalizar el servicio fúnebre y su féretro, envuelto en banderas y coronado por la Corona Imperial de Estado, fue trasladado de la iglesia nuevamente en el carruaje para dar comienzo a la procesión que la llevará a través de Londres hacia el Castillo de Windsor para un segundo servicio.
Desde el miércoles cientos de miles de personas hicieron cola para pasar frente al ataúd de la reina, y los últimos se fueron justo después de las 6.30 de esta mañana.
La gente llegó a esperar durante más de 24 horas en una larga fila a lo largo del Támesis en el centro de Londres, de casi 8 kilómetros.