Antes de las 6 de este jueves la ciudad de Posadas se vio sacudida por una tormenta de viento, lluvia y principalmente granizo, este último el principal protagonista ya que produjo innumerables daños. Distintas zonas de la ciudad quedaron anegadas, con contenedores que eran arrastrados por el agua y alcantarillas tapadas con basura, principalmente ramas.
Pero el principal actor fue el granizo. Una intempestiva catarata de piedras bañó la ciudad y causó daños por doquier, desde los vidrios en distintos inmuebles, pasando por tanques de agua, aires acondicionados y decenas de automóviles, que se encontraban en la vía pública y en su defecto, en las casas particulares aunque al aire libre.
La zona más golpeada por la granizada fue el oeste, principalmente el barrio Itaembé Guazú, donde apenas comenzó la tormenta se dio la reacción de los vecinos, quienes entre gritos, trataban de resguardar principalmente los vehículos.
Las avenidas Corrientes, Roque Pérez y Roque Sáenz Peña se vieron cubiertas de agua en algunos tramos, lo que provocó además que algunos vehículos fueran arrastrados.
El fenómeno, que arrancó posterior a las 5.30 de la mañana, duró poco más de 20 minutos y obligó a que el gobernador convocara a una reunión de urgencia a las 9 para relevar los daños causados.
Más avanzada la jornada de este jueves, varios personas cuyos vehículos fueron dañados se acercaron a distintas casas que reparan parabrisas, entre otros arreglos, lo que llevó a que se den filas con la obligada espera.
La inestabilidad continuará durante todo este jueves y se extenderá hasta el sábado. Recién el domingo habría una tregua.

