La realidad epidemiológica no frena la intención de los estudiantes que terminan la primaria o secundaria que quieren concretar su anhelado viaje de fin de curso.
Al cierre del 2020, la Nación habilitó a las empresas a realizar los viajes estudiantiles de egresados. Entonces, muchos imaginaron que sería el comienzo de una etapa de regularización de la actividad. Sin embargo, fueron pocos los cursos de las escuelas de Misiones que concretaron el viaje que ya estaba pagado. Un porcentaje importante decidió aguardar la evolución de la pandemia y quedarse con los “créditos” para realizar el mismo u otro viaje durante el presente año, donde el panorama continúa siendo incierto. Los viajes siguen vendiéndose, con la propuesta abierta de optar por otros destinos.
El duro golpe que asestó la pandemia de COVID-19 a los diferentes sectores continúa afectando al turismo mundial y el dedicado al segmento estudiantil, en nuestro país, no escapa a esa realidad. En la capital provincial, son cientos los estudiantes que quedaron sin poder viajar el año pasado, a pesar que hubo una flexibilización del Gobierno nacional y contados los casos de quienes sí pudieron hacerlo, en especial a través de una de las empresas que trascendió a nivel nacional por su aplicación de los protocolos sanitarios y adaptando las actividades a lo permitido por cada destino.
Presente y futuro
Para este 2021 “la demanda es baja, se trata de quienes habían realizado contratos con mucha anticipación, que siguieron pagando y están atentos a la evolución del COVID. Como empresa seguimos toda las normativas que emite el Ministerio de Turismo de la Nación es por ello que pusimos a disposición los ‘voucher’ para aquellos padres que quisieran optar por otro viaje, en otro momento, o bien se les devolvió el dinero en el porcentaje estipulado”, indicaron desde una agencia tradicional de viajes estudiantiles nacional con sucursal en Posadas.
Dijeron que “se empezó a vender para el 2022 y eso sí pareciera bien encaminado, tanto para Bariloche como para Córdoba. Hay grupos de diferentes escuelas secundarias y de séptimo grado, que están pendientes de cómo avanza el tema de las restricciones y que pueden llegar a concretar sus viajes este año pagando casi por completo, porque siguieron juntando dinero y esperan para concretar el viaje o invertirlo en otras cosas”.
Los padres son quienes en realidad toman la decisión de autorizar o no el viaje de sus hijos, porque en la gran mayoría son menores de edad y varios reconocieron que “pensábamos en que la pandemia no iba a extenderse tanto tiempo y por eso seguimos pagando. Nos asesoramos con un abogado y nos explicó que mientras tengamos todos los recibos servirían como documento en caso de tener que reclamar algo a la empresa. Así que decidimos seguir pagando”.
Fuente: Primera Edición