El salto inflacionario desde diciembre y el ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei deprimió a los ingresos de la población a niveles que no se observaban en más de dos décadas en la Argentina. Y pese a que los precios muestran un descenso, no se lograría compensar la pérdida del poder adquisitivo del 2024.
El consumo se estima que se derrumbará un 10% este año mientras que el salario real -en el sector privado formal- caería en promedio 7%. Consultoras aseguran que recién en 2025 podría recuperarse tanto el ingreso disponible como la adquisición de bienes y servicios, según pronósticos optimistas.
La caída de ventas en los supermercados se estima podría promediar 11%, en 2024 mientras que en restaurantes será del 7,5% en este año. Sólo en marzo, la caída en los súper llegó al 19%, mientras que los restaurantes registraron una pérdida del 6,7%.
Ante este contexto, los consumidores optan por los comercios de cercanía (no hacen compras tan grandes) y elijen segundas o terceras marcas, además de estar atentos y aprovechar las promociones y descuentos.
El ingreso disponible de la población podría reducirse más del doble, producto del fuerte reacomodamiento de los precios relativos de las tarifas de gas, luz, agua, transporte público y combustibles, que se vienen ajustando muy por encima de la inflación impactando con fuerza en los bolsillos.