¿Te acordás de la medianoche del 31 de Diciembre? Brindis y uvas, bailes, resoluciones y rituales… festejo, esperanza y las aspiraciones de un mejor tiempo y de innumerables propósitos y nuevas metas.
Bueno, lamento decirte que en realidad tal cosa no sucedió ¿Cómo? Es sencillo. La mayoría de los calendarios humanos no son exactos y hasta muchas veces son caprichosos.
En la actualidad, hay alrededor de 10 calendarios vigentes en todo el mundo. Y eso ya lo habíamos dejado expresado en otro informe que hicimos previamente. (Si te lo perdiste, te lo dejamos acá: ¿Qué calendario usás? ¿Cuándo es ‘Año Nuevo’ dependiendo de tu cultura?)
OK. Volviendo. El 1 de Enero es el Año Nuevo, para nuestra cultura. Pero en el espacio las cosas son diferentes. Y aunque la Tierra no nos invite, tiene su cumpleaños y por ende es cuando realmente sucede el ‘Año Nuevo’.
Eso lo explica el físico teórico y astrónomo Eduard Larrañaga la fecha en la que comienza y termina un año no tiene su base en la ciencia, sino que es una convención, o sea un sistema, a la larga, “inventado”.
¿Qué onda?
“Asumir que el año termina a la medianoche del 31 de diciembre y empieza el 1 de enero es una construcción social, una definición que se hizo en un momento de la historia”, dice.
De acuerdo con Larrañaga, dado que la base para la medición de un año es el tiempo que tarda la Tierra en darle la vuelta al Sol, el conteo de cuándo empieza y termina ese ciclo puede ocurrir, en la práctica, en cualquier momento.
“Desde el punto de vista astronómico, no ocurre nada especial el 31 de Diciembre para decir que es ahí donde termina el año ni ocurre nada especial el 1 de enero para decir que ahí es cuando comienza”, señala.
“En realidad, a lo largo de la órbita de la Tierra no hay nada especial ni fuera de lo común que ocurra para marcar el cambio de un año, aunque si podríamos decir que es cuando llega al punto 0, que es en el Equinoccio de Marzo”, agrega.
Para esta medición se toma en cuenta longitud de la eclíptica del Sol, es decir, la trayectoria del Sol en el cielo con respecto a la Tierra a lo largo del año, principalmente en los equinoccios. Y este dura un poco menos que el año sideral, siendo de 365 días 5 horas 48 minutos 45 segundos.
El año sidéreo se basa en la alineación del Sol con el mismo punto de referencia (la misma estrella), por lo que no se ve influido por el desplazamiento del eje terrestre.
De acuerdo con el experto, si bien los astrónomos han tratado de calcular con precisión a través de los siglos el tiempo que tarda la Tierra en darle una vuelta al Sol, existe un problema básico que les impide obtener un número definitivo.
“Hay que tener en cuenta que la duración de los años nunca es igual debido a que en el Sistema Solar todo cambia. Tomemos el año anomalístico: mientras la Tierra se mueve alrededor del Sol, el perihelio cambia como resultado de la acción gravitatoria de otros planetas, como Júpiter”, dice.
Pero ¿para cuándo? Tiranos la fecha
El físico teórico señaló que algo similar ocurre con el llamado año trópico medio, que mide el intervalo de tiempo entre dos pasos consecutivos del Sol por el punto 0 de Aries o equinoccio de otoño/primavera, o con el sideral.
“El año trópico medio también cambia, dado que depende del eje de la Tierra, que está torcido. Es como un trompo que va balanceándose. Entonces, la fecha y el momento del equinoccio también es diferente”, dice.
Este evento sucedió ayer, el 20 de Marzo 2023 a las 18:24h, instante en él quienes estuvieron al pendiente pudieron felicitar a la Tierra por el ‘Año Nuevo’ y su “cumpleaños”; y de paso a también familiares y amigos deseándoles un feliz año nuevo anomalístico.
(Investigación: ALE OJEDA para CIRCUS y GENTECONONDA.COM)
Fuente: BBC Ciencia / NASA / Astro.Org