La firma Klimiuk Infusiones está de parabienes. Hace pocos días logró la certificación Halal, que le permite ingresar con sus productos al mundo árabe y para el cual ya se encuentra en pleno proceso de consolidar nuevos lazos, hecho que se gestó el año pasado. Sobre ello, Jhonatan Klimiuk, una de las caras visibles de la firma, dialogó con Circus 104.9 sobre la buena nueva y recordó que un viaje a Pakistán el año pasado fue el trampolín para que se abra la nueva puerta. Los lazos comerciales para que el té que elaboran se consuma en ese punto les valió recalar en Malasia y allí vieron la importancia de contar con ese certificado.
“Tuvimos que trabajar seis meses, tuvimos una auditoría y nos confirmaron que nuestros productos están dentro de las normas de ellos y logramos la certificación”, explicó el empresario para resaltar luego que son la única empresa argentina de té con ese bonus y que ahora “se abre la puerta de muchos clientes”.
Como dato, recordó que la religión musulmana es el 25 por ciento de la población mundial y que “buscan productos con esa certificación”, por lo que para el té argentino se abre una nueva posibilidad. Precisó que el producto que venden a esos puntos es “con un poco mejor de calidad con respecto al broto, tiene más cuerpo”, y que los árabes “controlan que no tenga contacto con lo prohibido, que el producto tenga una trazabilidad desde la chacra hasta el establecimiento”.
En ese sentido agregó que los compradores hacen un seguimiento todos los años desde la producción hasta la exportación, una auditoría extra, y que “son un poco más exigentes. Como no consumen alcohol el de té es mucho más amplio”.
Añadió que trabajan y desarrollan todo lo que “nos piden las normas”, y que año a año se renueva la licencia para el envío del producto. “Ya enviamos a Pakistán y Malasia el año pasado, entre 15 y 18 envíos, tenemos un compromiso de 30 más; ahora con este acuerdo cerramos más clientes y va a potenciarse el negocio, no sólo para nosotros por ahí muchas empresas misioneras se podrán sumar”, subrayó.
Acerca de cómo trabajaron en pandemia, recalcó que, con todas las precauciones, “pudimos seguir elaborando, la cosecha se levantó bien… hay poca concentración humana y mucho trabajo mecanizado”. Por otro lado señaló que “nos afectó los contagios en Estados Unidos, porque tenemos el 70 por ciento que va a ese país y allí utilizan el producto frío y con el cierre de los locales de consumo masivo afectó mucho”. Igual, superaron ese trance y desde diciembre y enero “venimos con buen ritmo, recuperando exportaciones”.
Aseguró que esperan estar “mejor parados para la producción del año que viene” y que “por ahí no acompañan los precios internacionales; producimos alrededor de 75 millones de kilos de té en Misiones y equivale al 3% de la producción mundial, es mínimo”. Por ello, consideró que “tenemos que adaptarnos a los precios, son bajos pero podemos recuperarnos con nuevos mercados y mejorar el precio del brote”.
“Este año venimos con una producción baja, alrededor del 25 por ciento menos y hace que equilibre la oferta y la demanda. Estamos cerrando a un buen precio, una buena zafra tealera”, completó.