Mientras siguen los combates y la condena global al bombardeo ruso a un hospital pediátrico en Mariupol, los cancilleres de Rusia y Ucrania tuvieron el primer contacto de alto nivel desde que comenzó la invasión. Se reunieron en Turquía y no lograron avances hacia un alto el fuego. Lavrov afirmó que para Moscú las conversaciones en Bielorrusia son el único formato viable.
Turquía busca mediar en el conflicto y lograr una cumbre entre los presidentes Vladimir Putin y Volodomir Zelenski.
A todo esto, Rusia mantiene el asedio de las grandes ciudades ucranianas y sigue bombardeando diversas regiones. Centenares de civiles llevan días protegiéndose de los bombardeos en sótanos y refugios improvisados. En algunos puntos, la situación humanitaria es crítica, según testigos.
La Comisión Europea anunció el desembolso de los primeros 300 millones de euros del paquete de 1.200 millones de ayuda financiera de emergencia a Ucrania.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que no pueden permitir que la invasión rusa de Ucrania desemboque en una guerra entre la alianza y Moscú, descartando nuevamente una zona de exclusión aérea.
El principal líder opositor del Kremlin, Alexéi Navalny, llamó a sus compatriotas a salir a las calles el fin de semana y acudir a los mitines que se organizan para protestar contra la invasión de Ucrania.
Las Naciones Unidas dijeron que 2,5 millones de personas huyeron de Ucrania desde el comienzo de la invasión rusa, el 24 de febrero.