Después de muchos años de pedidos y gestiones, Mara, la elefanta nacida en cautiverio a fines de la década de 1960, que fue vendida a circos y zoológicos, disfrazada para hacer reír luego de días de golpes, por fin conocerá lo más cercano a la libertad ya que es trasladada al Santuario de Elefantes de Brasil, ubicado en Chapada Dos Guimaraes Mato Grosso.
El equipo de traslado y Mara arribaron a la ciudad de las cataratas a la media noche del domingo, donde esperarán las autorizaciones correspondientes de Senasa para salir del país poco después de las 7 de la mañana de este lunes.
Mara viaja acompañada por personal del Ecoparque, Buenos Aires, entre ellos Federico Iglesias; Johana, su veterinaria y los sus cuidadores Florencia y Marcos. Además viajan seis choferes.
En la frontera de Brasil esperarán Scott Blais y parte del equipo del santuario que continuará el viaje hacia el destino final. La elefante había ingresado al Ecoparque el 16 de octubre de 1995 como parte de un decomiso judicial del Circo Rodas Dejando atrás el maltrato y explotación que padeció en circos y zoológicos.
El trabajo de traslado se dio inicio el pasado sábado en las instalaciones del Ecoparque cuando a las 17, Mara ingresó voluntariamente a la caja en la que es transportada. La caja pesa 5.750 kilos y tiene 5 metros de largo, 2 de ancho y más de 3 metros de altura.