El astro brasileño Pelé, uno de los mejores futbolistas de la historia, murió hoy a los 82 años de edad en San Pablo, confirmó su hija mayor, Kely Nascimento. “Todo lo que somos es gracias a vos. Te amamos infinitamente. Descansá en paz”, publicó la hija de Pelé, quien había sido internado a fines de noviembre a raíz de un agravamiento general de su estado de salud por un cáncer de colon.
La muerte del astro provocó la reacción inmediata del mundo del deporte en general y del fútbol en particular: Edson Arantes do Nascimento, tal su nombre real, forma parte del “Olimpo de la pelota” junto con los argentinos Diego Maradona, Alfredo Di Stéfano y Lionel Messi y el neerlandés Johan Cruyff.
“A lo largo de su vida, Edson encantó a todos con su genialidad en el deporte, paró una guerra, hizo obras sociales en el mundo entero y repartió lo que creía era la cura para todos nuestros problemas: el amor”, escribieron sus familiares.
“Su mensaje en vida se transforma en un legado para las futuras generaciones: amor, amor y amor, para siempre”, cerraron.

Pocas veces resultó tan sencillo describir al fútbol como fenómeno. Decir “Pelé” lo resume todo y no necesita traducción en ningún lugar del planeta. Tres títulos mundiales de selecciones, dos de clubes y 1283 goles en su carrera podrían acabar con cualquier comparación, pero el genio de Brasil fue mucho más que eso. Representa la belleza del juego, la maravilla del espectáculo.

Pelé había nacido el 23 de octubre de 1940 en Minas Gerais y debutó como futbolista profesional en 1956 en Santos, de San Pablo, donde jugó hasta 1974. El otro club por el que pasó fue el Cosmos, de Estados Unidos, entre 1975 y 1980. Con su Selección fue tricampeón del mundo: ganó la Copa en Suecia 58, Chile 62 y México 70, esta última con un equipo que, para muchos hinchas del planeta, fue el mejor de toda la historia.
