- “¿Y Betty alguna novedad?”
- “Si Doctor, ¿ya la vio a la ‘viejita atorranta’?”
- “No. ¿Entró una abuela nueva?”
- “Si. Es una ‘viejita picarona’. Tenés que verla. Se llama Ana” *
(* ‘Encuentros’. Gabriel Rolón. 18va edición. Página 279. Editorial Planeta – 2014)
La sexóloga y psicóloga, Nerea Acosta, charló con CIRCUS 104.9.
Fue en la ‘Temporada 11’ en el segmento «Vivamos en Colores» del programa QUIÉN DIJO? (lun a vie 15h) donde abordó la sexualidad en personas adultas.
Continuando con la cita inicial, para ilustrar aún más, se trataba de Ana, una persona de 86 años, a los cuales sus hijo/as al no encontrar un geriátrico mixto, pusieron a su madre y a su padre (de 91 años) en dos separados. Habiendo estado juntos durante 70 años; lo único que pedía era estar al lado de la persona con la cual compartió toda su vida.
– “Doctor ¿qué vamos a hacer ‘de malo’ a esta edad? Yo lo único que quiero es volver a poner la cabeza sobre el hombro de mi viejito y que me acaricie el pelo y la espalda, como lo hizo siempre”.*
Decime, si esa historia tan movlizante, si no te conmovió y te hizo tener un poco de conciencia y empatía sobre las personas adultas y como viven su sexualidad, entonces, no sigas leyendo.
¡Ok! Si prácticamente tooooooodo lo relacionado a lo sexual es tabú y está cargado de prejuicios, imagínense entonces, cuando es referente a personas que no son heterosexuales monógamas de entre 20 y 60 años.
La llamada “zona dorada” (o también conocido como los “golden years”) de entre los 25 y 55 años, pareciera ser la única autorizada para hablar de sexualidad y por sobre todo, para practicarla.
Fuera de allí, adolescentes, personas con discapacidad y adultas/os mayores; menos aún si dentro de ese grupo no está presente la heteronormalidad y la monogamia, chau, definitivamente están condenadas a la marginación más absoluta.
Los tabúes y prejuicios que siempre están a la orden del día y que no son pocos, cubren con su sombra a una franja etaria en particular en nuestra charla de hoy: Adultas/os mayores. Ancianidad. Tercera edad. Llamala como quieras.
“También recordemos y contextualicemos que les adultes mayores e incluso nosotres, adultes, no tuvimos ESI, ni Educación Sexual”, afirma Nerea.
Pasen y lean (o escuchen) una mirada imperdible que sólo Nerea sabe dar sobre la sexualidad
La sexualidad ¿algo exclusivo de la “Zona dorada”?: “La sexualidad aún se rige un poco por el patrón de la edad activa reproductiva y económica.
Porque la economía es algo social y repercute en todos los espacios y todos los momentos y etapas de la vida.
Nos preocupa que tengan sexo las personas adolescentes y también las personas adultas mayores. Como que con adolescentes y adultos mayores, la intimidad no existe. Llegás a la casa de tu abuela o abuelo y pasás nomás. Lo mismo sucede con el/la adolescente. Cosa que no sucede con una persona joven, joven adulta y adulta, se respeta por ellos/as si tienen que tener intimidad.”
Oxitocina, la hormona que todas/os necesitamos: “Las personas adultas mayores no tuvieron, no pudieron o incluso no se les quiere explicar porque se dice: ‘No, si vos sos de otra generación, ya está’. Y por otro lado está el tema de lo físico. Nosotres mismos decimos: ‘No, mi Abuela, pobre, tiene un problema de corazón. Mi Abuelo tiene un problema de cintura’. Entonces relegamos toda la vida de estas personas con respecto a los dolores. Pero la excitación y el orgasmo, traen sustancias hormonales que hacen que los dolores pasen o bajen. Y eso tiene que ver con la oxitocina, que es la ‘hormona del amor y la felicidad’ y está comprobado que en el orgasmo se genera y se libera oxitocina.
Es más, cuando estás embarazada se necesita más oxitocina, entonces te mandan a tener sexo ni bien estás por parir.”
La información (y la formación), un papel importante: “Acá juega un papel muy importante la familia y el cuerpo médico, ¿Por qué? Porque el vínculo que tienen muchos adultos es muy relacionado con el médico o la Doctora. Entonces capacitarles para que se pueda hablar de los factores protectores que tiene la sexualidad.
La sexualidad abarca todo lo que tiene que ver con nuestros cuerpos y nuestros derechos, con el amor y el tipo de vínculos que elegimos. El poder darle estas herramientas y recursos nuestras personas adultas mayores. Que también el romanticismo, de tocarse la piel, de abrazarse, eso hay que incentivar a que eso está bien y está bien sentirlo, con su pareja o con una persona con la que se sienta cómoda/o.”
Para saber y entender más, recomendamos:
Documental: ‘Viejas que hierven’ (de Violeta Tapia)
Libro: ‘Encuentros (El lado B del amor)’ (de Gabriel Rolón)
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(Por: Ale Ojeda para Circus y GenteConOnda.com)
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